Las
siguientes reflexiones pretenden
abordar las potencialidades del
e-learning como factor de
cambio social. Se parte del reconocimiento de los valores
fundantes como la espiritualidad, solidaridad y empatía. Así mismo se retoman algunos
condicionantes para el
éxito de las iniciativas del
e-learning social como la
participación, la motivación,
el empoderamiento, la apropiación social de la
tecnología, el autoreconocimiento y las relaciones de poder.
También su relación problemática
con lo que se ha
llamado como “desarrollo”. La última parte trata
de las implicaciones sociales
y culturales del aprendizaje móvil relacionandolo con iniciativas como
el crowdlearning.
SENTIPENSAR
PARA APRENDER
El entorno educativo ha cambiado
de un ámbito de escasez de información a sobreabundancia de
ella. De aprendizajes por prescripción inadecuados a
aprendizajes libres ligados a las
necesidades de la vida. De la apropiación solitaria
del conocimiento a la apropiación en red del mismo.
Estamos en
una transición de un modelo actual
y tradicional del aprendizaje que se caracteriza por ser patriarcal, centralizado, controlado,
estandarizado, unidimensional, estático y de
resultados preestablecidos, basado en
contenidos y saberes racionales.
Y vamos hacia un
nuevo modelo de aprendizaje
en construcción caracterizado por
ser
descentralizado, distribuido,
personalizado, multidimensional, dinámico y
con resultados impredecibles,
centrado en conversaciones y
conexiones que conjuguen los
saberes con los
sentires. Para ello el e-learning
es una alternativa.
Significa que nosotros
tenemos el reto de reaprender como aprendemos superando la brecha digital
generacional, consolidando nuestra presencia
en la red y además requerimos rediseñar
el cómo esperamos que
nuestros aprehendientes
asuman su aprendizaje.
CAMBIO
DE VALORES
La
educación patriarcal, que es la que conocemos desde siempre y que
se perpetúa con el
e-learning tradicional tiene
una visión predominantemente intelectual,
en la que los demás aspectos del ser humano son desestimados. (Naranjo p5)
En
cambio la perspectiva de la “vida buena” que surge
de la cosmovisión andina tiene una base material e ideológica pero es
ante todo espiritual. Esta cultura
experiencial es la
de los aprehendientes, que reconocen lo sagrado de la naturaleza y el gozo como base
del trabajo, no entendido como esfera separada sino como manifestación interconectada de una
realidad compleja.
Así mismo las
visiones del mundo alternativas
parten del establecimiento de
redes solidarias entre los participantes. Esto aplicado a los proyectos de e-learning social puede posibilitar transformaciones en las
percepciones de exclusión y
cambios en la condición
de marginamiento.
La presencia de empatía
centrada en el otro
y en
los otros como
colectivo es uno
de los fuertes precursores del emprendimiento social aplicado al e-learning. Recurrir a
mediadores que muestren afinidad con los estudiantes, especialmente en casos de
e-learning destinado a grupos vulnerables,
establece un vínculo solido basado en la empatía cultural ó de
género.(Fernández p 62)
En el
caso del experimento educativo “el agujero en
la pared” del profesor Mitra
se le califica como
una educación mínimamente
efectiva. (Planella, Rodríguez y Warschaver p46) sin embargo este es una
muestra de solidaridad
empática para la
auto organización del aprendizaje
en niños, cuyos
mediadores se centran en empoderarlos apoyando sus iniciativas de aprendizaje.
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